sábado, 2 de junio de 2007
País sin cabeza
En una sobremesa años atrás, cuando tomé la palabra ante una docena de amigos, me despaché con este discurso. Un país es como una sola persona, tiene cabeza, tronco y extremidades. Una personalidad, una trayectoria y memoria. Así como un cuerpo tiene diferentes tejidos y órganos, la gente que compone un país, actúan igualmente. Los pies vendrían a ser los transportistas; los que forman el hígado, los químicos; los músculos, atletas y deportistas; los ojos, cineastas, fotógrafos; los oídos, músicos y los que son cerebro, científicos y políticos.(Hubo silencio y sonrisas) No es posible que gente que nació para ser planta de los piés, o uñas y pelos, funcionen como cerebro. Y que gente que nació para esa función, haya sido diezmada en una guerra entre hermanos y los que quedaron vivos emigraron o están detrás de un volante de taxi o un mostrador de almacén, y hasta mendigando un trabajo con el cuál vivir dignamente! Argentina está sin cabeza, sin cerebro, hermanos compatriotas! Hoy más que nunca somos un títere, que nos manejan como quieren. Somos pocos, sí. Pero unidos, y creando las condiciones para los que se fueron a otros países, vuelvan. . .Será otra cosa de nuestra Argentina, que tiene cuerpo, y es de mujer, de blanco y celeste.(Uno de ellos empezó un tímido aplauso, los demás se le unieron. Y otra gente también estaban escuchando y se sumaron) SÍ, UNA PERSONA COMÚN TRABAJA PARA SÍ MISMA, SU FAMILIA O SU CLAN. UN CURA, RABINO O PASTOR, TRABAJARÍA PARA DIÓS O SU IGLESIA. Y UN POLÍTICO DEBERÍA TRABAJAR PARA SU PUEBLO, PARA LA COMUNIDAD. Y ESTO NO ES ASÍ COMO LO VEMOS HOY DÍA. SOLO ESTO CAMBIARÁ CUANDO LOS QUE NACIERON PARA COMANDAR UNA NACIÓN, SE UNAN.